La ambigüedad, de nuevo
Una vez más, se retorcía, como un bicho maltratado, la materia muerta, quién sabe cómo o por qué. Caía la noche junto a la playa y la luz de las estrellas aún no parecían disponible. Las piedras y la herrumbre se mimetizaban en una uniforme oscuridad: quién sabe qué, quién sabe dónde...
No hay comentarios:
Publicar un comentario